martes, 11 de mayo de 2010

Economías informales

Hace algunas semanas, un viernes noche, nos fuimos a tomar unas cervezas (la cerveza aquí está buenísima) a un bar tipicamente mozambicano al que suelen ir unos amigos portugueses que conocemos. Hora y media después salimos y cuando nos aproximábamos al coche nos dimos cuenta de que nos habían "pimplado" los intermitentes, los dos. Así las cosas desde aquel día circulábamos sin dos intermitentes y con un solo retrovisor (el otro tambien fue robado). Toda una hazaña.
Pocos días despues, mientras tomaba café con un amigo alguien decidió llevarse el único retrovisor que nos quedaba vivo. Entonces, teníamos que conducir sin intermitentes y sin retrovisores.
Esto aquí es legal, por si alguien se hace esa pregunta. A pesar de que hay algo parecido a una ITV y mucha policía de tráfico nadie te va a parar porque conduzcas un coche destartalado. De hecho, un día un policía llegó a decirme que era mejor conducir borracho que sin carnet, pero esto es otra historia.
Es muy normal ver coches sin placa de matrícula, o con el número escrito en un folio y pegado en el cristal de delante. Así que dos intermitentes y dos retrovosires son pecata minuta.
El viernes pasado esto de conducir así empezaba a ser un poco latoso entonces aceptamos el ofrecimiento de un compañero de trabajo de B. para comprar esas piezas que nos faltaban a buen precio. Nos dirijimos a una zona próxima al aeropuerto y paramos el coche frente a un parque. En 10 segundos, unos 20 tipos empezaron a correr como locos hacia nosotros y, pensando que nos iban a robar lo poco que nos quedaba, cerramos ventanillas y puertas inmediatamente.
De repente nos damos cuenta de que, en las manos, traían luces, espejos, faros, limpias,...y todos los accesorios que nos faltaban. Aún dentro del coche totalmente bloqueados vemos que nos empiezan a instalar las cosas. Todo encajaba, claro, eran las mismas piezas que habían sido robadas previamente a coches como el nuestro o , cómo no, a nosostros mismos.
Como ya era tarde para decidir si lo que estábamos haciendo era ético o no pasamos a la fase del regateo desesperados por salir de allí. Como siempre en Maputo, el precio para un blanquito es otro (yo, en idéntica situación haría lo mismo) entonces intentamos bajar la cifra un 300%. Intentando llegar a un acuerdo nos atrevimos a preguntar cuál había sido para ellos el precio de compra original de las piezas y a todos nos entró la risa. Claro.
Salimos de allí con 3500 meticais menos y nos dirijimos a otra calle a que otra persona nos colocara tiras metálicas en cada uno de los faros, evitando que alguien pueda arrancarlos de nuevo. Otra de las cosas que tuvimos que hacer fue inscribir la matrícula del coche en los espejos, supuestamente nadie los roba así.
Equipados con todo el sistema antirrobo made in maputo nos quedamos pensando en la inteligencia de este negocio. Gracias al robo se han creado dos economías informales más, la de los tipos que luego te venden las piezas que te han robado y la de los otros que luego te las aseguran con protectores metáalicos e inscripciones en los espejos. No os parece genial!


pd. lquiero que veáis fotos de lo que han hecho así que voy al coche a hacerlas y luego os las enseño.

1 comentario:

  1. Bueno, lo primero es preguntarte que has hecho con el blog?? y lo segundo yo tuve un problema parecido y no fui capaz así que adaptarse o morir, o que te lo arregle el que sabe, como fué mi caso.

    Lo de la enconomía sumergida... que decir... que tampoco estamos tan lejos aquí de eso, no crees?? yo aún recuerdo a que barrio de mi ciudad natal se iban a "recuperar" los radio cassettes de los coches... y somo el primer mundo...

    por cierto, las últimas fotos son preciosas, Crispis

    Un besazo guapa

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