Agua/Luz/Ascensor

De repente, ayer todo el edificio se quedo sin electricidad. Esto pasa a menudo. Recuerdo que la semana pasada estaba hablando por teléfono desde la terraza y de repente los cinco bloques que se ven justo enfrente (cinco edificios enormes y destartalados de 17 plantas) se quedaron apagaditos como los cementerios después del día de Todos los Santos. Fue divertido porque se escuchó un "ooooo" a lo lejos, como cuando cuando estás en un estadio de fútbol y casi meten un gol. Pues igual.

Si te quedas sin luz en una planta 11 de un edificio ya puedes olvidarte del ascensor. Así las cosas, me tocó una dura sesión de escaleras arriba y abajo. Abajo y arriba. Arriba y abajo. Y así hasta cuatro veces. Entre tanto sube y baja tuve la oportunidad de investigar un poco el ambiente interno del "predio", como dicen por aquí. Y llegue a la conclusión de que de la planta uno a la seis creo que está concentrado el mayor número de vecinos mozambicanos (un barullo enorme en las cocinas). De la seis a la nueve, más o menos, creo que la mayoría son indios, el olor a picante y especias era bestial. En el piso diez parece que hay bastantes portugueses (muchos cactus en vasija de barro señorial y muchas plantas en los pasillos para tratarse de mozambicanos o indios) Ya en el 11, en donde vivimos nosotros, el aspecto es más desangelado, aún no nos atrevemos a colocar cositas fuera por miedo a los robos, ya que aquí desaparecen incluso los enchufes y los timbres de las puertas. (mamá no te asustes). Más arriba no subí porque con once pisos ya era suficiente.

Como veis hay días en los que es mejor no levantarse de la cama.

Y si de servicios básicos queremos seguir hablando, pues el mismo día tampoco había agua. Si no hay luz, la motobomba que mueve los cientos de litros que almacena diariamente este pedazo edificio pues no funciona. Entonces tampoco hay agua.

Afortunadamente el resto de las cosas funcionan bastante bien. Me refiero a mi sentido del humor para adaptarme a este nuevo ambiente, mi fantástica relación "parejil" (este tipo de situaciones unen mucho) y mis ganas de disfrutar de cada rincón de este país tan espectacular. En definitiva, cuando llegué a esta playa de la foto de arriba pues se me olvidó todo lo demás. (playa de Macaneta)