jueves, 8 de abril de 2010

De regreso

Ya de vuelta a Mozambique no consigo olvidar este viaje de regreso desde España. Inicialmente pensé que coger mi vuelo desde Porto sería la opción más sencilla pero la cosa se complicó de tal manera que hoy por hoy no recomiendo a nadie que venga a visitarnos realizar el mismo itinerario.
Muy cerca estuve de no poder subirme a este avión. El personal de facturación comprobó que mi billete a JNB no era ida y vuelta con lo cual me denegaron el acceso, ya que tampoco contaba con una VISA de residente, turista o lo que fuese. La única opción posible era justificar mi entrada en Sudáfrica por motivos de trabajo o comprar en aquel mismo momento un billete de regreso en los tres meses siguientes.
Se suele decir que los humanos en situaciones límite agudizamos el ingenio y eso fue más o menos lo que tuve que hacer. Después de pensar varias veces si aquello era cosa del destino para que yo no viajase en aquel avión porque se iba a estrellar (recordé estos testimonios de accidentes en los que siempre hay personas que sobreviven porque perdieron el vuelo) decidí que era tarde para arrepentimientos y que tenía que montarme en aquel trasto como fuese. Pensé entonces que días antes había recibido por mail mis acreditaciones para el mundial de fútbol de Sudáfrica con lo cual eché a correr por el medio del aeropuerto, busqué un lugar donde imprimir aquel e.mail y con el poco morro que me quedaba me presenté de nuevo en el stand de facturación.
Que nadie me pregunte cómo pero el fútbol me salvó la vida.
Ingenua de mi pensė que nada peor que aquello podía ocurrir en las horas siguientes hasta que por teléfono me confirmaron que mi reserva en Mozambique Airlines para volar desde JNB hasta Maputo no existía. Aprovecho la ocasión para poner a parir a esta compañía. Me da igual que esto sea Mozambique, África o Marte, cómo puede ser que después de haber hecho una compra de un billete por Internet una compañía no te confirme por mail absolutamente nada?
Una y no más, como se dice en mi pueblo.
Pues bendito last minute.com. En una parada en Madrid y con super Olalla al otro lado del teléfono conseguimos reservar un vuelo para llegar a casa tres horas después de aterrizar en Sudáfrica. Mi aterrizaje al aeropuerto de Maputo fue lo mejor de todo. Sin un duro en el bolsillo el tío más amable del mundo me pagó mi visado de entrada y casi se me caen las lágrimas cuando veo mi maleta plastificada con papel de envolver pescado (esta es otra larga historia) aparecer por la cinta transportadora.
Como dice el anuncio de Mastercard, llegar a casa y que tus amigos te estén esperando no tiene precio. Todo un lujo tener mi primera visita después de este viaje de locos. Que decir tiene que, como siempre en Maputo, algo que no esperas sucede. Así que para cerrar este capítulo contaros que, mientras visitábamos la estación central nos robaron los retrovisores del coche.

welcome home..



6 comentarios:

  1. esto sí que es algo para contar en el blog!!! vaya aventura!!!

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  2. jolin cris, si me pasa eso me muero...
    espero que la vuelta a casa haya sido mas agradable que el viaje. cuando vuelves?

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  3. jope Crisis acabo de leer tu odisea. Hay cosas que nunca cambian, sobre todo la suerte que tienes en momentos críticos. ¿te recuerdo nuestra pérdida del aquel famoso vuelo por tomar coca cola y patatas de resaca?. Me vienen a la mente mi prima y la Veru en París gastándose 500 euros para volver y tu sales airosa enseñando tu acreditación de periodista. Me reitero en lo de la flor.... ya sabes a lo que me refiero. Me alegro de que finalmente hayas llegado a tu nuevo hogar. A ver si nos vemos por el messenger, ahora me estoy volviendo toda una experta. Cuando la necesidad aprieta...... jeje. Un besazo para los dos

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  4. eso! vaya aventura!! vas a tener que pasar del blog y empezar a escribir un libro de "Cristinas´s adventures" :))
    Sofi :-*

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  5. Jope que fotos más flipantes pelotuda, aún me cuesta imaginar que te estés adaptando tan bien a la vida en Africa. Pero me alegro de todas las super aventuras que estás viviendo. En fin mi niña, sigue así que te mereces todo lo que te está pasando. Besos.

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