Hay millones de líneas escritas sobre este asunto, pero desde luego vivir en directo la "invasión" china en África es cuando menos interesante.
En mi trabajo andamos ahora de mudanza, y el nuevo edificio está siendo construido por chinos. El otro día me tocó pasar por allí y no fui capaz de cruzar ni una sola palabra con el chino jefe de obra, que, sorprendentemente, controla el trabajo de unos 50 mozambicanos sin titubear ni, por supuesto, entender al personal, pero ojo, el tipo ahi esta levantando una obra de cinco millones de dólares, como cual Paco el Pocero.
Esta escena se repite a lo largo de todo el país, los chinos ya son los primeros inversores en África. Em Mozambique básicamente están en todas partes, y no han llegado hace dos días. Es fácil encontrarse a chinos negros o a negros con rasgos chinos. Hospitales, carreteras, aeropuertos, estadios de fútbol, ministerios, plazas, escuelas...representan esa nueva realidad del continente, construido por asiáticos, algo que a lo que los europeos ni consiguieron aproximarse en siglos y siglos de colonización.
A mi ver esto me gusta, sobre todo por los comentarios que genera el fenómeno entre los mozambicanos, que ven como unos tipos a los que ni entienden les están sacando del agujero, aunque sea a cambio de tierra para cultivo que, por aquí, dicho sea de paso, ni miran para ella.
Y es que es el momento de África, y los chinos, que no se andan con mariconadas, pues van a donde hay tomate, sin importarles un pijo si están lejos de mamá y papá si sufren de morriña o no o si vuelven en dos años o en cincuenta. Yo, flipo.
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