martes, 13 de julio de 2010

Y ahora qué?

Pues después de toda esta fiebre futbolera toca volver un poco a la normalidad. Se acabaron las escapadas en no se sabe qué transporte a cualquier parte de Sudáfrica, llegar al trabajo sin voz, los piques entre nacionalidades en el estadio, el sonido de la vuvuzela por las calles (esto no lo echaré de menos), la compra compulsiva de banderas (que hago yo ahora con cinco banderas en casa?)...
Ahora llegó el momento de volver un poco a la querida rutina, esa cosa que yo siempre busco pero que nunca acabo de encontrar.
Como ya he dicho por alguna parte de el blog hace unos pocos días he empezado un nuevo trabajo. Mi nueva oficina está en la parte baja de Maputo, en la sexta planta de un edificio nuevo muy chulo, una zona que en pocos meses se convertirá en el bussines center de la capital, con altos edificios de bancos, oficinas y sedes de empresas.
No es plan hablar de trabajo en el blog, que aquí venimos a pasarlo bien, pero quería contar cómo es eso de trabajar en tres idiomas (insisto en la cuestión idiomática, lo sé). La historia es que mi empresa es alemana pero como es una multinacional el idioma oficial es el inglés, pero, trabajamos en Mozambique, donde se habla portugués, entre otra docena de idiomas-dialectos...
Muchas de las reuniones empiezan en una lengua, acaban en otra y la documentación se entrega en otra diferente. Aún permanezco en esos primeros días en los que me duele la cabeza por este motivo, sobre todo, porque dependiendo de con quién hable tengo que utilizar un idioma u otro ya que hay una veintena de personas todas de distintas nacionalidades en una plantilla de 600.
Juro que a este ritmo los días se me pasan volando y como digo ultimamente "vivo en un contínuo viernes", por cierto, ya es casi miércoles.Y cuando el tiempo pasa así, tan sumamente deprisa, a mi me entra miedo, porque , significará esto que no estoy disfrutando la experiencia de la forma adecuada? o , por el contrario, significará que como lo estoy haciendo a tope pues el tiempo vuela...
Qué significa, en fin, que los días no pasen?

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