martes, 26 de enero de 2010

Lidiar con fontaneros y demás

Sabía que mi adaptación no iba a ser sencilla pero lo que menos esperaba sobre mi vida en Mozambique era tener que lidiar con fontaneros, pintores, electricistas y demás fauna del gremio de la construcción.

Todos los pisos en Maputo tienen algo. Eso lo descubrí al día siguiente de llegar aquí. Tan pronto me levanté de la cama, abrí el grifo y no salía ni gota.

Partiendo de esta premisa, en esta ciudad hay que estar preparado para esperar. Porque si algo está roto, no funciona bien (la mayoría las veces es así) o lo que sea, pues toca armarse de paciencia y dedicar el tiempo necesario al problema. Esto que escribo a continuación es el relato de mis dos últimos días en Maputo.

AYER

1. Viene un tipo a mirar cuál es el problema
2. Se va, te llama y te dice que vendrá otro tipo arreglarlo en media hora.
3. Pasa esa media hora y cinco horas más.
4. Finalmente aparece el tipo que supuestamente va a arreglar el problema pero cuando tú esperas que va a sacar una caja de herramientas o algo para ponerse manos a la obra, pues te dice que no, que también viene a mirar y que vuelve mañana

HOY

1. Queda contigo a las 11. Te lo tomas con calma porque sabes que llegara mínimo una hora tarde. Efectivamente, llega 45 minutos tarde
2. Piensas "oh si, ahora sí que sí, se pondrá a currar". Pues no. Falta una pieza y hay que ir a comprarla.
3. Manda a no se quién a comprar la pieza
4. Pasa una hora, dos, dos y quince minutos. En ese tiempo haces tus cosas, tal y cual, miras a ver dónde está el fontanero y está sobando con la cabeza encima de la lavadora que tiene que instalar. Piensas, "y yo me quejaba en España..."
5. Llega con la pieza el otro, son las 12.59. Y empiezan a trabajar.

Son las 14.25... y siguen....


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